viernes, 1 de junio de 2012

El código de la Prudencia...

Vamos por la vida hablando con el estómago...eso decía la abuela, mi madre, lo dice mucha gente.
Soy especialista en hablar con la pancita, que si me siento orgullosa? no...no me siento orgullosa, he lastimado a mucha gente en esas veces, supongo; de algunas sé que así fue, de otras no lo sé...
Desde hace unos días para hoy he venido pensando en todas las veces que por abrir la boca llena de malestar herí a alguien...debieron ser muchas para que también por estos días la vida solita me haya pasado la factura...porque alguien fue cruel y ahora así lo recuerdo... "el cruel" y segurito a esas personitas que yo lastimé la memoria que tienen de mí será algo así como: "la cruel", "la malvada", "la maldita"...mil más.

Es triste quedarte con el recuerdo de alguien y que esta sea ni bueno, ni malo...sea triste,que si he llorado? claro que he llorado¡ y mucho y no está bonito, porque me ha dolido en todos esos lugares que no duelen, los codos por ejemplo (cuando los pellizcas no duelen).

A dónde va el amor? no lo sé, solo sé que grite y sin pancita: Estoy harta¡¡¡
Harta de que la Prudencia no forme parte del esquema de vida de los seres humanos, de la mía...de la suya...harta de que este mundo tenga que ser cruel para que los que lo habitamos, entendamos y aveces ni eso.
Harta de que el amor...sea todo: pasión, admiración, respeto, confianza, lealtad y nunca pinche jamás: PRUDENTE.