Y sí, me duele...me duele porque he comido muchas mandarinas, malestares con nombre y apellido que no me dejan de patear, hoy un poco más que ayer, un tantito más que siempre.
El corazón se te apachurra tantito y cuando no lloras esas lágrimitas ácidas y crueles se van a la pancita y entonces algo no anda bien en el interior.
Mi niña interna, esa pequeña que alguien inventó, está de reflexión sugerida y obligada... pero te quiere, te quiere para comer mandarinas y así.
Hoy estoy triste, porque te extraño y no tengo ganas de llorar, bien curioso. Hoy estoy en eso de extrañarte para decirte mañana...te quiero, aquí...conmigo.
...Alguien dijo que estaba "loquita" y sí, tantito...pocas cosas ciertas salieron de esa boca.
...Bendita locura la vida sea...
