sábado, 20 de abril de 2013

Pedacitos...


Paula recogía pequeños trocitos de un algo que no se sabía que era, puso empeño en tomar uno por uno y acumularlos en la mano, con el puño bien cerrado los resguardaba, había de diferentes tamaños, algunos astillados, otros menos lastimados.
 
Cuando se rompe un vaso, se puede vivir sin el o facilmente le repones, juntas los pedacitos y los tiras al cesto de la basura, no hay quien vuelva a pensar en ese vaso.
Cuando se rompe un corazón eso no pasa, te queda cada uno de los pedacitos para recordar que tuviste uno y que está ahí...roto pero latiendo...entonces los juntas, les aprietas en la mano y sabes que sí...que mientras haya un latido, vale la pena.
 
...Y aquí estoy...latiendo, mis pedazos y yo, latiendo.
(y está valiendo la pena).