Aveces una busca en el otro ese algo que se necesita escuchar para calmar al corazón y nada...pues una encuentra que lo llenan de rabia, sacan el amor así como del cabello y todo aquí se desorganiza... este es el terrible duelo de alguien que estaba enamorada y que quería amar diferente a alguien que minuto a minuto demuestra porque hasta la intención debe morir, esta es la trágica comedia de una parte, la parte que siempre sale perdiendo, esa parte que siempre ama más, o de más...o inútilmente., es el momento en el que ella agarra toda esa fuerza que ya no tiene para gritar y llorar mucho y revolcarse también, en el dolor (cosa diferente), es la parte en la que cuestiona al DIOS ese GRANDE y le pregunta: Chinga¡¡ por qué no me haces mala caray?¡ por qué yo si tengo que sufrirle a cada pedacito¡?, después solito todo va tomando significado y pues cae en la cuenta de que ni DIOS es GRANDE y ella si muy...(pues eso que ya sabemos no?), que las cosas son lo que son y que nadie puede cambiarlas, pero si se puede cambiar la percepción que se tiene de ellas.
Ayer la amiga preguntaba hasta cuándo es el límite para sufrir por alguien? de límites no conozco bien, sólo sé que yo freno hasta que ya ni sufrir vale la pena, todos le dejan al tiempo la difícil tarea de tomar desiciones, nunca lo hago, pero el tiempo ese que me dieron... aquí ya habló.
