La crisis de los 30 llega con todo...y me ha tomado sin chocolates, sin gomitas y con las reservas de todo eso que se necesita para vivir una vida decorosamente feliz...en escandalosos números rojos, espantosos.
Romper en llanto involuntario y generar angustias simultáneas, enojarte por todo y precisamente por nada, reclamos innecesarios, revisiones del estado facial constante, tocaditas de pierna para constatar que el muslo siga en su lugar y también levantar los bracitos para checar que el delgadito brazo siga así, delgadito...(soñé no hace mucho que mi bícep se colgaba y parecía murciélago, qué clase de sueños son esos¡? en fin.) de eso y más tienen mis días, los últimos.
Él dice que soy "hermosa", creo que me ama y yo aveces también lo creo...que soy hermosa y que me ama y que yo me amo y que el mundo es una cosa esplendorosa.,sí¡¡¡ eso también.
El punto es el siguiente: nos dedicamos a ponerle nombre a las cosas y con eso jodemos la historia y todo, mi vida incluyendo, quién carajos tuvo el tino de llamar "crisis de los 30" a ese periodo transitorio que las mujeres experimentamos? No quiero saber realmente, puede que le invite un café y le diga a los ojos: no me chingues¡¡¡ tengo tiempo para todo y no quiero tenerlo para tu sucio invento que por estos días me tiene sumida en la volatidad, es más...te devuelvo tu crisis, no la quiero, me cae mal, me pone malita de mi sensibilidad y a mi alrededor los pone malitos de su paciencia.
Y como no querer creer que estoy entrando a esa etapa entre el "azul y buenas noches" si estoy sentada aquí escribiendo esto tomando cafecito, fumando un cigarrito y escuchando a The Beatles, 3 cosas simultáneas que me ponen bien bonita y que también me dan ganas de llorar a berrido y sola, porque todo mundo a esta hora tiene vida social y yo y mi crisis estamos aquí...compadeciéndonos.
Ven? pura queja.
Y sí y no...la verdad es que esta casi edad y yo no tenemos tantas cosas malas, soy una especie de eterna margarita, de todos los meses, de todas las temporadas, a esta casi edad...puedo seguirme quejando, aunque trataré que sea lo menos, la vida no ha sido tan mala, todavía tengo la rebelión de los 20 aunque no la agilidad de los 15, aún tengo el espanto de los 18 y la emoción de los 23, a esta casi edad no tengo ganas de voltear al pasado para buscar componerlo, tengo poca sabiduría pero un millón de disposición, tengo amor, tengo paz...tengo ganas de otros 30 aunque a la primera arruga real me quiera suicidar, tengo un sueño...muchos.
No pasa nada, realmente, creo....espero.
